lunes, 29 de diciembre de 2008

jueves, 18 de diciembre de 2008

Compulsion

Hay un algo persistente e insoportablemente triste en el ambiente. No sé si es hoy o es esa realidad árida de vivir en un conjunto. Siento transpirar todo mi cuerpo contra el tuyo pero ya no somos. Creo que es eso. Ya no somos.

Entonces me levanto de la cama dejando mi silueta arrugada justo a su lado.

No podemos abrir tres hojas de una ventana que sólo posee dos. Se piensa que es más fácil quedarse quieto y callado frente al otro, en vez de llorar bulliciosa y destartaladamente.

Así fue como entré en este cuarto y me senté pensando en que la inteligencia conlleva a una contradictoria suma de sufrimientos póstumos. Es mejor así, pensé.

Nunca sirve, o casi nunca, comunicarse. Son muy pocos los casos (uno) en que uno se siente realmente entendido por el otro, entendido, en tanto uno puede hablar con los ojos, las orejas, las piernas, la transpiración, pero sobretodo, con los ojos.

Si cerrás los ojos y encima si los cerrás antes de tiempo puedo ahogarme en la realidad de una tarde sudorosa y blanca. Blanca y resplandeciente, ni siquiera silencio. Otra vez pienso que mejor así. Sin ojos, ni orejas, ni respiraciones.

Pensamos, la mayoría de veces que podemos llamar a “las cosas” por un nombre determinado.

Decís amor, decís ojos y brillo, decís, digo, escupo, lloro y vomito.

Siempre hay lugar para la confusión, sobretodo en la cama.

Pero me levanté y salí diciendo nada, diciendo todo en ese silencio que nada te dijo porque nada es el silencio para vos. Nada somos juntos ya que no puedo hablarte con mis manos, no puedo tocarte con mis ojos, nada soy y me levanto.

No creo que sea tan difícil y sin embargo estamos alejados por mi que no lo quiero. Por mí que quiero distancia pero quiero ojos y quiero que todo pudiera dejar de existir por la noche mientras duerma.

Eso sería más complicado que tan solo moverme unos pasos de lugar para respirar de mi aire, y no del tuyo.

Ahora soy contaminación para mí. Soy la contaminación de mi propio cuerpo y de mi propia mente. Soy perjudicial para todo mi ser.

Este es el veneno, algunos lo llaman amor.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Us and them - Pink Floyd



Us, and them
And after all we're only
ordinary men.
Me, and you.
God only knows it's not what
we would choose to do.
Forward he cried from the rear
and the front rank died.
And the general sat and the lines on the map
moved from side to side.
Black and blue
And who knows which is which
and who is who.
Up and down.
But in the end it's only
round and round.
Haven't you heard it's
a battle of words?,
the poster bearer cried.
Listen son, said the man with the gun
There's room for you inside.

Down and out
It can't be helped but there's a lot
of it about.
With, without.
And who'll deny it's what the
fighting's all about?
Out of the way, it's a busy day
I've got things on my mind.
For the want of the price of tea and a slice
The old man died.

martes, 2 de diciembre de 2008

Beginning



Fue una tarde. Sí. Todavia lo recuerdo. El sol penetraba mis ojos como tantas otras veces. También recuerdo tu cara, tu incorruptible gesto de desconocimiento. Y mi rotunda decisión de avanzar hacia eso. Eso que, por obra de nadie, estaba situado justo frente a mí. Y una sensación vibrante se apoderó de mis sentidos. Ni modo, no es explicable. Los nervios de una vibración, que nunca retienen mis ataques, muy por el contrario. Y necesité correr, o simplemente ocultarme detrás de un manto de humo que es mentira, pero que es humanidad. No conocía hasta ese momento el sonido de tu voz, entonces fue ridículo y propuse una distancia que luego se dilataba sobre toda la extensión de aquel amargo boulevar industrial o lo que sea. Lo cierto es que, en algún sentido, yo también me dilataba hasta tu espacio, pero no podía caminar la inmensidad de lo desconocido para así poder llegar a un rincón donde revolcarse o simplemente sentirse reconfortado por el sentimiento de satisfacción de atrapar lo que antes estaba en el aire. Esa sensación de eclipse. Sí, soy cursi, me ahogo en gotas. Pero ahí estabas con tu pálido y trivial gesto. Nada hubo que hacer. Todo esta intacto desde aquel momento. Todo incluso yo. Que sigo perpleja ante esos dos ojos, que lo único que hicieron fue permitirme esa casualidad.

sábado, 29 de noviembre de 2008

martes, 18 de noviembre de 2008

Precipitación

Miro a través de la abyección, de la furia roja que nos invade. Lluvia de cítricos sobre mis humeantes ojos marrones. Un grito escondido en el calor que sube por mi espalda. Y sigo sin decirlo. Un ciervo que jamás logró huir de su celda. Un ciervo azul grisáceo de arruinada compostura. El cielo repleto de nubes sin sentido y en el ambiente un olor rancio. Debe ser ese sudor inmundo que destila tu cuerpo cuando te veo regresar, cuando ya cayó tras las montañas el astro de gran dimensión. Intento recopilar una o dos miradas frías para darme un envión que me traslade de sustancia. Que me remita a la paz silenciosa del negro. Pero cierro los ojos y estás ahí, violeta insaciable. Murmullo de brujas en bosques verdes de moho y desprevención. Árbol profundo. Paz y silencio.

domingo, 16 de noviembre de 2008


Paul Klee, Red Bridge

Birds


No pretendo que mires por la ventana a través de la lluvia primaveral que me empapa de realidad agria y de puta sensibilidad. Veo cerca de la esquina, una sombra que me dice cosas. Y no vengas, no lo hagas otra vez. Podés subirte y simplemente usar paracaídas o no, da igual. Si se pierde el sentido ya no me importa. Nada es tan lamentable como la cosa en sí. El gigante de la caverna que me asecha y me mira de reojo. Y me muevo, o eso busco, pero el negro de sus ojos se posa en mi espalda y me inmoviliza. Ni siquiera pasos hacia atrás. Me mantengo en el estado perplejo de quien acaba de adquirir un conocimiento que también duele. Una mirada fría y luego la libertad que es siempre lo que no debe ser. Siempre es el momento para decir (a dar por culo) que yo-no-apago-las-luces. Me da miedo quedar parada en la oscuridad.

sábado, 15 de noviembre de 2008



Hay a quienes les toca esto, el día de su cumpleaños. Que los cumplas feliz Ale!

jueves, 6 de noviembre de 2008

Charly García - Promesas sobre el bidet

Por favor no hagas promesas sobre el bidet
por favor no me abras más los sobres.
Por favor, yo te prometo te escribiré
si es que para de correr.
Por favor, sigue la sombra de mi bebé,
por favor, no bebas más, por favor no llorés.
Por favor yo te prometo te escribiré si es que para de llover.
Porque me tratas tan bien, me tratas tan mal
si sabés que no aprendí a vivir.
A veces estoy tan bien, estoy tan down.
Calambres en el alma,
cada cual tiene un trip en el bocho
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo.



Cuánta razón!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Perforación del espacio

Oscilando

Para siempre

En la nada

Del espacio

Que viene y que va.

Atravesando la noche

Porque estar quieta

Podría atraparme

En un punto

Entonces

Infinito y

Ya veremos.

Si el día se prolonga,

Se estira

Demasiado

El rostro

Demacrado

Por la sequedad.

El que vuela

Pero

Sabe que

Muere

En el

Aterrizaje

Y ríe

Con hambrienta

Locura

Ante el

Abismo

De la facilidad

De saber

Que le espera

Algo mejor

Allá,

No sé dónde.

El problema

Es uno

Que es persona

Y que cree que…

Todo es bruma

Y mucha

Risa carnal

De festival.

De mundo

Y de perversión.

domingo, 26 de octubre de 2008

Rayuela

Pero el amor, esa palabra... Moralista Horacio, temeroso de pasiones sin una razón de aguas hondas, desconcertado y arisco en la ciudad donde el amor se llama con todos los nombres de todas las calles, de todas las casas, de todos los pisos, de todas las habitaciones, de todas las camas, de todos los sueños, de todos los olvidos o los recuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación de amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños. Tan triste oyendo al cínico Horacio que quiere un amor pasaporte, amor pasamontañas, amor llave, amor revólver, amor que le dé los mil ojos de Argos, la ubicuidad, el silencio desde donde la música es posible, la raíz desde donde se podría empezar a tejer una lengua.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Idiosincracia fémina



Caminaba la calle desierta con algo de determinación y desvelo. Y puesto que no llevaba lentes perdí un poco de paisaje, lo cual era elemento de estudio. La calle desierta y el calor en su extremo más asfixiante, había algo poco real en todo ello. Cuando mis pies han decidido detenerse, no concordé con ellos, y me dije que mejor sería apoyar mis codos en la mesa de un café, como muestra de que todavía me exijo demasiado.

Dentro de un lugar limpio, con vista a otra de las calles parisinas y con la punta de los ojos afilando lápices sumergí mi mirada en la nada. No sólo me sentía hundida en la monotonía de satisfacerme, sino que esta vez, estaba pensando en dejarme. Ya no poseía joviales ganas de deslizarme, ni de destilar vida. Debo admitir que el reloj no dio ni la primera vuelta y todo aquí ya tuvo tiempo de tornarse confuso, creo que el mozo se ha vuelto loco. Pensé en retirarme de inmediato pero otra vez no hice caso a mis infinitas voluntades, y pedí otro café.

El gordo de la mesa siete, ese sujeto. Tenía algo rancio en su aspecto que también permitía observar muy bien a un mono. Sentí su mirada abarcando las zonas predeterminadas de mi cuerpo desde que me asomé por la esquina del bar. Volví a pensar en abandonar el anhelo de olvidar mis deseos, no sería sino, otra parte de un deseo más oscuro aún. Qué tan lejos podía llegar negándome, pero el gordo no cesó de mirarme, y salí por la puerta lateral.

jueves, 16 de octubre de 2008

Faulks


"El hombre se había hecho anfibio y vivía en el barro y en la porquería y allí moría y se le enterraba; el mundo lo contemplaba con histérico asombro"

martes, 7 de octubre de 2008

Cortázar

A Oliveira le gustaba hacer el amor con la Maga porque nada podía ser más importante para ella y al mismo tiempo, de una manera difícilmente comprensible, estaba como por debajo de su placer, se alcanzaba en él un momento y por eso se adhería desesperadamente y lo prolongaba, era como un despertar y conocer su verdadero nombre, y después recaía en una zona siempre un poco crepuscular que encantaba a Oliveira temeroso de perfecciones, pero la Maga sufría de verdad cuando regresaba a sus recuerdos y a todo lo que oscuramente necesitaba pensar y no podía pensar, entonces había que besarla profundamente, incitarla a nuevos juegos, y la otra, la reconciliada, crecía debajo de él y lo arrebataba, se daba entonces como una bestia frenética, los ojos perdidos y las manos torcidas hacia adentro, mítica y atroz como una estatua rodando por una montaña, arrancando el tiempo con las uñas, entre hipos y un ronquido quejumbroso que duraba interminablemente. Una noche le clavó los dientes, le mordió el hombro hasta sacarle sangre porque él se dejaba ir de lado, un poco perdido ya, y hubo un confuso pacto sin palabras, Oliveira sintió como si la Maga esperara de él la muerte, algo en ella que no era su yo despierto, una oscura forma reclamando una aniquilación, la lenta cuchillada boca arriba que rompe las estrellas de la noche y devuelve el espacio a las preguntas y a los terrores. Sólo esa vez, descentrado como un matador mítico para quien matar es devolver el toro al mar y el mar al cielo, vejó a la Maga en una larga noche de la que poco hablaron luego, la hizo Pasifae, la dobló y la usó como un adolescente, la conoció y le exigió las servidumbres de la más triste puta, la magnificó a constelación, la tuvo entre los brazos oliendo a sangre, le hizo beber el semen que corre por la boca como desafío al Logos, le chupó la sombra del vientre y de la grupa y se la alzó hasta la cara para untarla de sí misma en esa última operación de conocimiento que sólo el hombre puede dar a la mujer, la exasperó con piel y pelo y baba y quejas, la vació hasta lo último de su fuerza magnífica, la tiró contra una almohada y la sábana y la sintió llorar de felicidad contra su cara que un nuevo cigarrillo devolvía a la noche del cuarto y del hotel.
Entre la Maga y yo crece un cañaveral de palabras, apenas nos separan unas horas y unas cuadras y ya mi pena se llama pena, mi amor se llama mi amor...

viernes, 3 de octubre de 2008

Empty

Pocas veces sentía ese impulso. Sabía como hacer para escapar, pero jamás me daba cuenta que en el esfuerzo, recomenzaba a recordar. Me encantaba sentarme a esperar la nada, lo hacía todo el tiempo, en reiteradas ocasiones del día, sin sentido. Miraba el crepúsculo cual perro en su dulce espera detrás del restaurante, era incluso lastimoso, el modo de mecerme ante una cotidianeidad adquirida casi monótonamente. No, no podía tratarse de resignación, era casi lo contrario. El brillo lejano me mantenía perpleja, pensaba en otras vidas, en la posibilidad de trasladarme y mantenerme en otra forma de energía, pensaba en que daría lo mismo, fui libre.

domingo, 28 de septiembre de 2008


(Ya fueron dos)

...

domingo, 7 de septiembre de 2008

Entre la Maga y yo crece un cañaveral de palabras, apenas nos separan unas horas y unas cuadras y ya mi pena se llama pena, mi amor se llama mi amor... Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose solapados a la cosa en sí, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario, la cara que mira hacia atrás abre grandes los ojos, la verdadera cara se borra poco a poco como en las viejas fotos y Jano es de golpe cualquiera de nosotros. Todo esto se lo voy diciendo a Crevel pero es con la Maga que hablo, ahora que estamos tan lejos. Y no le hablo con las palabras que sólo han servido para no entendernos, ahora que ya es tarde empiezo a elegir otras, las de ella, las envueltas en eso que ella comprende y que no tiene nombre, auras y tensiones que crispan el aire entre dos cuerpos y llenan de polvo de oro una habitación o un verso. ¿Pero no hemos vivido así todo el tiempo, lacerándonos dulcemente? No, no hemos vivido así, ella hubiera querido pero una vez más yo volví a sentar el falso orden que disimula el caos, a fingir que me entregaba a una vida profunda de la que sólo tocaba el agua terrible con la punta de pie. Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impuso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es un orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mí, enterrado en perjuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, dejame entrar, dejame ver algún día como ven tus ojos.

Inútil. Condenado a ser absuelto. Vuélvase a casa y lea Spinoza. La Maga no sabe quién es Spinoza. La Maga lee interminables novelas de rusos y alemanes y Pérez Galdós y las olvida enseguida. Nunca sospechará que me condena a leer a Spinoza. Juez inaudito, juez por sus manos, por su carrera en plena calle, juez por sólo mirarme y dejarme desnudo, juez por tonta e infeliz y desconcertada y roma y menos que nada. Por todo eso que sé desde mi amargo saber, con mi podrido rasero de universitario y hombre esclarecido, por todo eso, juez. Dejate caer, golondrina, con esas filosas tijeras que recortan el cielo de Saint-Germain-des-Prés, arrancá estos ojos que miran sin ver, estoy condenado sin apelación, pronto a ese cadalso azul al que me izan las manos de la mujer cuidando a su hijo, pronto la pena, pronto el orden mentido de estar solo y recobrar la suficiencia, la egociencia, la conciencia. Y con tanta ciencia una inútil ansia de tener lástima de algo, de que llueva aquí dentro, de que por fin empiece a llover, a oler a tierra, a cosas vivas, sí, por fin a cosas vivas.

sábado, 16 de agosto de 2008

La Maga se quedaba triste, juntaba una hojita al borde de la vereda y hablaba con ella un rato, se la paseaba por la palma de la mano, la acostaba de espaldas o boca abajo, la peinaba, terminaba por quitarle la pulpa y dejar al descubierto las nervaduras, un delicado fantasma verde se iba dibujando contra su piel.

De cómo quedar estampado en la cuidad

Perseverancia. Sí, puede ser. Asimismo creo que todo crepúsculo tiene mucho de muerte. El problema es el contraste, o lo que necesariamente complementa dicho ocaso. El tiempo que lo reduce todo a polvo, lo que se reduce no es más que el dolor, o eso parece. El dolor no fue más que sentir el sol en una cara que estaba perdiendo, un rostro que ya no era el mío, grandísimo tobogán de lágrimas, dulce amor. Eso para decir y que si las manos se aflojan es producto de invenciones humanitarias. Corrí para no encontrarte, entonces temblé, y ya no pude mirarte. Creí haberme topado con la verdad, pero nunca lo sabré. Nunca sabré si las quemaduras del sol son realmente pasajeras. Sol y ojos y cielo y vos. Todavía acá. Todavía estoy allí esperándote, viendo tu manera de saber matarme. Conociéndome hasta cuando yo no sé quien soy, cuando soy todo ese cúmulo rabioso. Cuando volví por segunda vez para repetirte que los cerdos eran rosados, solo quedaba el lapso recorrido algunas veces de la mano. Otras veces desapareciendo. Permanezco intentando controlar mis sensaciones para no determinar muerte también para este intento. Algo que jamás sabrás, quizás cuando mueras te lo diga. Como otros lo hicieron ya, y no por eso no fue real.

Cuando se amontonan sensaciones solo hay que correr, correr de uno. Al menos la soledad me proporciona esa seguridad de que no me voy a caer, como ahora, que sigo en el lugar de sol y mi ceño permanece fruncido ante la fuerte perversión de un astro que por momentos sos vos. Otra vez ese sollozo que no entendí, entonces pienso en aquel momento cada vez que siento esa oleada que me rectifica, y allá fui a parar, tobogán.

viernes, 15 de agosto de 2008



Y yo también.

lunes, 11 de agosto de 2008

jueves, 31 de julio de 2008

Simplicity

Producto de la paranoia. Seguramente. Será mejor, acaso¿? ... Debe ser sin pensar. No pensemos.

domingo, 27 de julio de 2008

I'm an ocean in your bedroom
Make you feel warm
Make you want to re-assume
Now we know it all for sure

I'm a dance hall dirty breakbeat
Make the snow fall
Up from underneath your feet
Not alone, I'll be there
Tell me when you want to go

I'm a meth lab first rehab
Take it all off
And step inside the running cab
There's a love that knows the way

I'm the rainbow in your jail cell
All the memories of
Everything you've ever smelled
Not alone, I'll be there
Tell me when you want to go

Sideways falling
More will be revealed my friend
Don't forget me
I can't hide it
Come again make me excited

I'm an inbred and a pothead
Two legs that you spread
Inside the tool shed
Now we know it all for sure

I could show you
To the free field
Overcome and more
Will always be revealed
Not alone, I'll be there
Tell me when you want to go

Sideways falling
More will be revealed my friend
Don't forget me
I can't hide it
There is a match, let me light it

I'm the bloodstain
On your shirt sleeve
Coming down and more are coming to believe
Now we know it all for sure

Make the hair stand
Up on your arm
Teach you how to dance
Inside the funny farm
Not alone, I'll be there
Tell me when you want to go.




Red Hot Chili Peppers - Don't forget me

martes, 22 de julio de 2008

Cuando

El sol

Nos saca a pasear.

O cuando

Te olvido eufóricamente.

Afuera y adentro.

Y si podemos es mejor.

Se vive, digamos.

Contemplamos

La sordidez.

Y la burlamos.

La noche es esparcimiento.

Pero allí está.

Como una línea

Constante.

Tu contorno.

Una sombra de luz.

Una intensa sonrisa.

O la nada preferencial.

Camino de regreso.

Seguridad.

Lluvia a través.

Pasos

Sólo existentes

En su sonido lejano.

Una tragedia.

La normalidad.

El tiempo

Que cae

Como las hojas

Y no son hojas

Si no nosotros

Quien cae.

La totalidad.

El número

De realidades

Contradictorias.

Día – noche.

Cuántas hojas cayeron

Desde que decidí sentarme aquí

A pensarlo.

En presencia

De la luna

Nos proponemos

Lo feliz.

El sol, se va.

Se va para allá.

Con la luna.

Y la felicidad

Se va.

Simultaneidad divina

Honorable putrefacción.

Sentimos

A las marionetas

Entre nosotros

En nosotros.

Escapamos.

Pero no.

Es mentira.

Siempre lo fue.

Ves un cielo entero,

Inacabable

Y si hay algo más grande

Lo olvidas.

Todo lo olvidas.

Ocultas la realidad.

La intercambias.

La vergüenza

No está.

Aún no.

Aún no sentís así.

Porque no ves.

No ves más que vos bajo ese cielo

Que cae.

Y que es efímero

Hasta que

Alguien lo detecta.

Como vos.

Vergüenza se llama la realidad.

Le puse ese nombre

Cuando supe

Que proyectar

Era engaño.

Y que cada uno de nosotros

Era una posibilidad

Imperfecta.

martes, 15 de julio de 2008


William Faulkner
(Recitado)

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese queseyo, ¿viste?. Salís de tu casa, por Arenales . Lo de siempre: en la calle y en vos… Cuando de repente, de atrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!…Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita y te digo…


(Cantado)

Ya sé que estoy piantao piantao, piantao…
No ves que va la luna rodando por Callao
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor… ¡Bailá!… ¡Vení!… ¡Volá!

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao…
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión
y a vos te vi tan triste… ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!…
el loco berretín que tengo para vos:

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad…
¡Ya vas a ver!

Recitado

Salgamos a volar, querida mía;
subite a mi ilusión supersport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!
De Vieytes nos aplauden: “¡Viva! ¡Viva!”
los locos que inventaron el Amor:
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda…
Y loco –pero tuyo– ¡qué sé yo!:
provoco campanarios con la risa,
y al fin, te miro, y canto a media voz:

(Cantado)

Quereme así, piantao, piantao, piantao…
Trepatea esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao…
Abrite a los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

(Gritado)

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca ella y loco yo…
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca ella y loco yo


Letra de Horacio Ferrer
Música de Astor Piazzolla
Compuesto en 1969

viernes, 11 de julio de 2008

Entonces quiébrate, destrózate, hoja otoñal despídete de tu corta trayectoria. Despídete del sol de esta mañana, y de un nuevo día, despídete de mañana también, y si puedes, olvida este mundo, que nada más tendrá, que es un conjunto de aire vano, que nos alimenta monótonamente. Nos pretende animales con cierta ignorancia, quien no lo es, desdichado será entonces, no hay valor, ni palabras para explicar el sentimiento del encierro, un encierro a cielo abierto. Quien es libre del todo, entiende que la libertad no existe.

Las palabras que tengo para decir son casi siempre las mismas, siempre expresan asfixia, pesadumbre. Y no están bien acomodadas, yo tampoco lo estoy. Estoy mirando al sol que hoy no salió, a la orilla inexistente de un río que es sólo profundidad, y mis ojos se hunden profundos también. Mientras más libre se es, mientras más largos tenemos los brazos, más peligro corremos, mientras más hacemos pensar a nuestra mente, más chico es el claustro de nuestra existencia.

Para qué será tan circular el mundo, y nosotros tan finitos. Por qué lo monótono de la disposición de las cosas. Capacidades?. Posibilidades de morir.

jueves, 10 de julio de 2008


Break another little piece of my heart, now darling!

miércoles, 9 de julio de 2008

"El aburrimiento nos da la noción del tiempo y
la distracción nos la quita. Esto prueba que nuestra
existencia es tanto más feliz cuanto menos lo sentimos,
de donde se deduce que mejor valdría verse
libre de ella".


Schopenhauer. El amor, las mujeres y la muerte.

viernes, 4 de julio de 2008

Rep

Terapia matutina

Un problema, una sola cosa. Una noche, anoche… Y moretones desinteresados, casi completamente, de su naturaleza. Naturaleza?. Tu vida, que es paralela, está empezando a desintegrarse, como era de esperarse. Caigo, otra vez, en un plano inigualable de monotonía, el pasar y pasar y tan solo pasar de los días, que son largos, y pasan, no hay aún, un método que lo impida, impedir?. Ay, es intangible, no puedo ser, y desechar exactamente eso en una hoja de papel, es demasiado fino el trazo, el trazo de los días y las noches, y por momentos mis manos se escapan, digo, se me escapan de las manos. Horas escurridas, somos materia de escurrimiento?. Así parece, todo el tiempo, todo el tiempo. Pero el recuerdo huele a mierda, a descomposición de cuerpos, al ahora reventando al antes, disolviéndolo, se acabó. Todo es un segundo, mil años pueden fregarse, es sólo un segundo. La importancia le pertenece a la nada sobre la cual transitamos, esa inevitable nada. Un plato de comida, el autobús, el vino. Las mujeres, los hombres, las piernas largas y para qué?. El mundo, señores, no va a parar de girar, y girar, y menos va a dejar de romperme las bolas deliberadamente, es difícil pensar que este círculo intente cerrar, y para eso el vino. La travesía de lo irrecordable, un viaje intenso. Lugares inexistentes, siempre inexistentes, ventanas cerradas siempre hacia abajo o hacia adentro.

jueves, 3 de julio de 2008

sábado, 28 de junio de 2008

Espejos


Romper el tiempo. Halagador. Me enternece, de vez en cuando, y quizás solo un poco, la inocencia. O la simple vista. La versión a priori de un segmento profundo, la risa de mi personalidad, en un segmento completamente vacío. O este momento, indeseado, pero sin embargo, tan existente como la parte que me hace detestarlo. Partes, partes no serían partes de no ser por distancias que no serían distancias si no existieran partes. Cosas que no estarían presentes en ningún lugar de no ser por elementos existentes dentro de mentiras. Entonces, mentiras que terminan siendo la verdad, contradicciones como la del cerrar y abrir los ojos. El soportarlo, el saborear un desdén, perdiendo por ganar, ganando- perdiendo. Todo tan igual a la monotonía de la palabra “cotidianeidad”. Tan igual a la incambiable situación del ser aquí ahora, dependiendo siempre del tiempo, la innecesaria tortura, la perfección deteriorada para siempre. Siempre, esa palabra me recuerda a claustrofobia, ya no puedo divisar entre estas palabras que me llevan más allá y el acá que me aprisiona.

Slow Ride, Sublime

She takes her time when it’s time to get ready.
Always has her way.
Always leaves me waiting by the phone.
She told me more than once to take it slow,
And I said ok.
But lately I’ve been sleeping all alone.

I’m not breaking up inside,
I’m much to proud to moan.
Baby please come home.

I feel a little lucky so I try to play it cool.
I think she laughs inside.
With the words that burn like fire in my mouth.
Try to be a man like I got the master plan, night out on the town.
Drink and dance and we can turn it out.

Whoa, maybe it’s how your body moves I just don’t know,
Maybe it’s just the way you move so slow.



[hello? ]
[hi it’s me]
[i thought I told you not to call me here]
[i know I just really needed to talk to you]
[get a clue babe, there’s nothing to talk about.]



Ask me why I play myself play myself for a fool.
Swear I would do most anything.
Walk a mile to see her smile.
Walk a mile just to rock for a while.
Babe I’m thinking with my ding-a-ling.

Whoa, I’ve been doing some thinking,
Now I just don’t know.
Maybe just the way you move so slow.
Maybe cuz you move so slow.
Maybe cuz you move so slow.

But sitting on the verge of tears does not become my 22 years.
You took my shame, and you took my pride,
And now you gonna take me for a slow ride.

But uh, uh. waiting, waiting on the phone.
Got the words that burn like fire in my mouth.
Come on down reggae style,
Wind up your body like a bass line wild,
Drink and dance and we can turn it out.

Whooooaaaa, I’m not going crazy but I just don’t know,

Maybe cuz you move so slow.

Like love,
Move nice and low.

martes, 24 de junio de 2008



Charles Bukowski, dirty old man.

domingo, 22 de junio de 2008

Sunday


Existirá el puente que se produce en mi imaginación, desde tu sueño hasta el lugar donde descansa aquello que soy?. Esa simplicidad que roe mis huesos en conjunto con todo este frío me hace pensar que a veces todo se resume a la página de un libro, una ventana apoyada sobre una soledad indiferente. Un cigarrillo monótono, intentando recuperar la imagen o la simple textura de unos labios inevitablemente lejanos. Faroles colmados de pobladores, escapando también de su realidad, corriendo en el intransitable gris de una peatonal devastada por el paso de las horas, bajo una luna ruin de escarlata. No puedo conservar la paz entre tanta extraña comparación, no se puede sostener la cabeza dentro de un envoltorio metalizado. Una negación que me hace padecer, la traición impúdica entre mi día y mi noche.

Témpano


Sería diferente si cambiáramos de lugar más seguido. Si en vez de estar ahí, mirándome y contradiciéndote mil veces, te acercaras sin que sea mucho, te darías cuenta de que en realidad, sólo estamos disfrazados, sofocando nuestra posibilidad.
Igualmente que el lapso posterior, la recuperación de la normalidad, también se siente como el aire fresco. O como la realidad de dormir en las circunstancias deseadas, pero para eso hace falta olvidarse del aire y del frescor, eso es puro polvo. Humedad, y si me seguís mirando voy a pensar que nunca entendiste las cosas que nos trajeron caminando hasta acá. Sería divertido que todo pudiese ser así, pero y nosotros mismos? Llega un punto, un momento, una instancia en donde es más fácil sacarse la vergüenza. Siempre cambiamos de casilleros, el problema es hacerlo y saberlo, que lo sepan es insignificante, pero hay también quienes no saben vivir, y por ende salen volando mediante la propulsión de una existencia que no les pertenece, o que simplemente rechazan, absurdamente. De la misma manera en que descartan toda posibilidad de convergencia entre el mundo que gira, y ellos estáticos y patéticos, molestando a aquellos, que fuera de disconformidades, transitan.
Es bronca lo que me habita cuando tus ojos son redondos. De la misma manera que los míos lo son, de la misma manera en que mis ojos lo hacen. Eso es, justamente. El paralelismo sujeto a nuestra cobardía. Una complicidad estúpida, una sola búsqueda, su correspondiente negación, un pedazo de existencia, no quiero creer que somos todos iguales.

lunes, 16 de junio de 2008

Cercanía

No podría omitir
Que los círculos de sus ojos
Son casi poesía
Y que sus sombras
Son el mejor refugio
Para mi existencia incógnita
Su rostro iguala
La sutileza de la naturaleza
El sonido de su voz
Es una ciudad dormida.

Y sí, mi universo tiembla, tiembla cinco veces por eso.

domingo, 8 de junio de 2008

Sueño para el invierno, Arthur Rimbaud

En el invierno viajaremos en un vagón de tren
con asientos azules.
Seremos felices. Habrá un nido de besos
oculto en los rincones.
Cerrarán sus ojos para no ver los gestos
en las últimas sombras,
esos monstruos huidizos, multitudes oscuras
de demonios y lobos.
Y luego en tu mejilla sentirás un rasguño...
un beso muy pequeño como una araña suave
correrá por tu cuello...
Y me dirás: «¡búscala!», reclinando tu cara
-y tardaremos mucho en hallar esa araña,
por demás indiscreta.

Hymne à la Beauté

Viens-tu du ciel profond ou sors-tu de l'abîme,
O Beauté? ton regard, infernal et divin,
Verse confusément le bienfait et le crime,
Et l'on peut pour cela te comparer au vin.

Tu contiens dans ton oeil le couchant et l'aurore;
Tu répands des parfums comme un soir orageux;
Tes baisers sont un philtre et ta bouche une amphore
Qui font le héros lâche et l'enfant courageux.

Sors-tu du gouffre noir ou descends-tu des astres?
Le Destin charmé suit tes jupons comme un chien;
Tu sèmes au hasard la joie et les désastres,
Et tu gouvernes tout et ne réponds de rien.

Tu marches sur des morts, Beauté, dont tu te moques;
De tes bijoux l'Horreur n'est pas le moins charmant,
Et le Meurtre, parmi tes plus chères breloques,
Sur ton ventre orgueilleux danse amoureusement.

L'éphémère ébloui vole vers toi, chandelle,
Crépite, flambe et dit: Bénissons ce flambeau!
L'amoureux pantelant incliné sur sa belle
A l'air d'un moribond caressant son tombeau.

Que tu viennes du ciel ou de l'enfer, qu'importe,
Ô Beauté! monstre énorme, effrayant, ingénu!
Si ton oeil, ton souris, ton pied, m'ouvrent la porte
D'un Infini que j'aime et n'ai jamais connu?

De Satan ou de Dieu, qu'importe? Ange ou Sirène,
Qu'importe, si tu rends, — fée aux yeux de velours,
Rythme, parfum, lueur, ô mon unique reine! —
L'univers moins hideux et les instants moins lourds?


Charles Baudelaire, Fleurs du mal

blue mind

La sencillez
de no querer
hablar
ni un momento más
siendo tal
el elemento
y la angustia.

Un existir
constante
dentro
de un frasco
de nada.



Acumulación, transgresión, diversión.

miércoles, 4 de junio de 2008

Mente belicosa

Hoy me di cuenta que mi vida también transcurre dentro de tus ojos. Y creo que la realidad nos dejó en el mismo punto del mapa para que un día tus ojos me contengan de esa manera. Hay una escalera infinita que me lleva a tus nubes, hay una sola escalera, y es esa. Ese cielo tentador, ese intento monótono de huir de él, esa sustancia que me sostiene aún en pie, buscando quizás un razonamiento que me haga volver sobre mis pasos, pero no, lo que me queda es elevarme y esperar el golpe de regreso, la salida de tus ojos, la realidad. Qué hay en ese cielo para alguien como yo, que no se permite subir sin más, sólo dejarse llevar a ese lugar que es el único lugar, alguien que ve la felicidad y por eso sale corriendo. El temor no es más que la desigualdad, el deshielo, la caída y el dolor, la sangre roja, la sangre azul. Un cuento sin final, una lágrima en tus ojos, la finitud del calor solamente nuestro, una cama tendida, excusas. Un sol brillante de mañana, un caramelo de limón, quizás no era sol y era iluminación eléctrica. El amor que todavía es significante me demuestra que nada puede ser menos evitable que el golpe, todo es proporcional en cierta forma. Hoy vivo dentro de tus ojos, porque es lo único que sé hacer, y subir la escalera, y mirarme allí o mirarte a vos, si al final, es lo mismo, es ese amor del que hablo.

martes, 3 de junio de 2008

lunes, 2 de junio de 2008

Extrañeza

Podrían ser tus ojos, o las luces de la carretera. La cosa es que hoy me da igual si las horas no pasan o no puedo cruzar la avenida, puedo decir que si bien mastiqué algún bocado, en su momento me dió lo mismo también.

Audioslave - I am a Highway

domingo, 1 de junio de 2008

Audioslave - Cochise

I've been watching
while you've been coughing
i've been drinking life
while you've been nauseous
and so i drink to health
while you kill yourself
and i've got just one thing
that i can offer

go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me, yeah

i'm not a martyr
i'm not a prophet
and i won't preach to you
but here's a caution
you better understand
that i won't hold your hand
but if it helps you mend
then i won't stop it

go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me, yeah

drown, if you want
and i'll see you at the bottom
where you crawl
on my skin
and put the blame on me
so you don't feel a thing

go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me
go on and save yourself
and take it out on me, yeah

viernes, 30 de mayo de 2008


El orgión de anoche.

jueves, 29 de mayo de 2008

Abismos desbordados

Cuando uno alcanza el ápice de la monotonía es cuando entiende los sinrazones a los que accedemos cotidiana e inconcientemente. Así terminamos, sin darnos cuenta, completamente decadentes sin poder volver atrás, sin poder contener la furia que escapa o, intenta escapar por mis extremidades, es como la mentira siendo absorbida por mis poros, y siendo instantáneamente rechazada en catarsis, textos, destrozos, cualquier modo de desenfreno para satisfacer la locura que me avasalla, el desencuentro de los cuerpos, la total enfermedad inconciente, justificada tan sólo con un sentimiento que cada vez se deforma más y no puedo evitar al monstruo, ese verde reflejo de lo que queda, esa finitud inestable que trasforma mis dedos y mis pies en la figura de lo abyecto y lo absurdo. La hediondez de la mentira escurriéndose por tus dedos, la carátula de un capítulo cerrado, el vacío del mar, o el de estos dos ojos, que ciegan por mirarte en conjunto con todos esos recueros nebulosos, la hiel pasadas las 6 de la mañana, el sol mostrándonos la imagen más clara del demonio, el olor a cigarrillo y mis brazos desgastados ya de disparar misiles. El dolor es, en este momento, estas palabras, este intento de decir la verdad, la ventanilla abierta, el humo sobrante. Una ola de frío me colma el rostro de infelicidad e injuria, lo pasajero siempre fue, de todas las cosas, lo más desesperante. La furia absorbida, los vasos que quizás dejé caer.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Una luz encendiéndose
una cercanía
un silencio infinito
desarmándose
tal vez
con éxito
sorprenda
a mis dormidos ojos
que se posan
sobre mentiras
Quizás
este sea
el lugar en mi mente
al que debería darle
cien silencios
para romper
costumbres
fútiles.
Escalar lejos
de tus nubes
hacia otro cielo.




Remember a day before today
A day when you were young.
Free to play alone with time
Evening never came.
Sing a song that can't be sung
Without the morning's kiss
Queen - you shall be it if you wish
Look for your king
Why can't we play today
Why can't we stay that way

Climb your favorite apple tree
Try to catch the sun
Hide from your little brother's gun
Dream yourself away
Why can't we reach the sun
Why can't we blow the years away
Blow away
Blow away
Remember
Remember

Por momentos

Tu boca

Y el cielo

Son la misma

sustancia

Y mis ojos

Que te miran

Se entienden

Como lo que rodea

Una circunferencia

Perfecta

El momento

En que

Por última vez

Nos fundimos

Eternamente

En un mar

Iluso

De

Irrealidades.

Carnicería

En qué sentido viajan las mentiras. Y hasta dónde llegarán. Cuál es el límite del conformismo. Por qué me siento agobiada de él. Anoche me dormí pensando en la profundidad del mar y en sus infinitas especies. Cómo haría éste para sobrevivir tan humildemente sin todas aquellas criaturas vivas en él. Cómo hace aquel que vive vacío, sin hacer coincidir su cuerpo y su alma, devastando cigarrillos y argumentando su existencia con un vaso de buen vino. Es fácil pensar en un absurdo y decir que todo no tiene sentido, pero que el vino es el mejor de la bodega y está dispuesto a dejarse tomar. Conformismo. Lo que aquí hacemos es una visión irrisoria del todo. Disminuimos nuestro tiempo a una botella de vino, nos transformamos en aquella vieja botella de Sauvignon. No hace falta estar tan solos y desamparados, refugiarse en un vino, cagarse en Dios, y sólo echarse a pensar en lo ingratos que son los que talan los árboles o en lo hijoputas de los empresarios del calibre de Bill Gates y etcétera. Es muchísimo más simple. Hay que destruir el tiempo, sobre todo aquel tiempo donde uno no-es. El des-tiempo en el cual solemos justificar nuestro existir con mentiras, donde inventamos compañías inexistentes. Hasta prendemos fogatas para creernos la magnitud del momento. Dicha magnitud está ahí mismo, delante de nuestros ojos. Hay una visible imposibilidad, que es, en realidad, la negación de lo verídico, de los deseos, la negación del ser. La total indiferencia para con el sentido de todo esto. La prisión del ser. La noche privada del brillo de las estrellas. La necesidad del Cabernet Sauvignon.

martes, 27 de mayo de 2008

Azul. Luis Altamira

Un barco azul
Solamente azul
El barco como las nubes
En el cielo profundo
del fondo del mar.

domingo, 25 de mayo de 2008

Breve

El problema
no es la puerta
de atrás
el problema
es que dejaste

la luz
prendida

sábado, 24 de mayo de 2008

Espejos

Escudándonos, como siempre, detrás de una insignificancia. Bloques gigantes vienen por mí y nunca supe qué hacer, siento su arrastre. Ojala hubiese sido sólo un sueño, si te quedabas ahí, y simplemente no existías para saberlo, estaríamos subidos a algún puto tren, pero no, los atajos que nos buscamos son siempre los intransitables caminos de la peripecia, porque no hay otro caso ni otra posibilidad, es lo que sale para afuera, es como un escupitajo en la frente, una rebeldía de mí hacia el mundo y del mundo hacia mí, es esa relación entre el yo y la simplicidad, el mundo y la pestífera tortura de hacerlo existir.


(No one flies around the sun)

Siento que son desconexiones, todos son mensajes incompletos, ideas aún cocinándose, siempre fuimos así de ilusos, y quiero decir que lo seremos hasta que sin darnos cuenta, como todo, esto se quede sin fuerza gravitatoria y ahí te quiero ver! No sé, no sé hasta que punto es capaz uno, de atormentarse, pero, esa palabra no es sinónimo de alimentarse?. Veo las cosas muy transfiguradas, la mierda colma todo aquello que mis ojos ven, pero no son más que mis ojos, y sin ir más lejos esa mierda, es solamente mía. Y que en cierta forma no existe, es como un espejismo de mierda, pero no mierda en sí. Entonces ya nada me importa, todo se va a terminar mofando de nosotros, no hay un cambio, nunca lo hubo.


jueves, 22 de mayo de 2008

Eclipse
All that you touch
All that you see
All that you taste
All you feel.
All that you love
All that you hate
All you distrust
All you save.
All that you give
All that you deal
All that you buy, beg,
borrow or steal.
All you create
All you destroy
All that you do
All that you say.
All that you eat
And everyone you meet
All that you slight
And everyone you fight.
All that is now
All that is gone
All that's to come
and everything under the sun is in tune
but the sun is eclipsed by the moon.


("There is no dark side of the moon really. Matter of fact it's all dark")

Pink Floyd, Live at Pompeii

lunes, 19 de mayo de 2008

Fragmento de El túnel. Ernesto Sabato




Dijo sombríamente: “No tenemos derecho a pensar en nosotros solos. El mundo es muy complicado”. Le pregunté qué quería decir con eso. Me respondió con acento aún más sombrío. “La felicidad está rodeada de dolor”. La dejé bruscamente, sin saludarla. Más que nunca sentí que jamás llegaría a unirme en forma total y que debería resignarme a tener frágiles momentos de comunión, tan melancólicamente inasibles como el recuerdo de ciertos sueños, o como la felicidad de algunos pasajes musicales.

domingo, 18 de mayo de 2008

Lucero vespertino. Edgar Allan Poe

Ocurrió una medianoche
a mediados de verano;
lucían pálidas estrellas
tras el potente halo
de una luna clara y fría
que iluminaba las olas
rodeada de planetas,
esclavos de su señora.
Detuve mi mirada
en su sonrisa helada
-demasiado helada para mí-;
una nube le puso un velo
de lanudo terciopelo
y entonces me fijé en ti.
Lucero orgulloso,
remoto, glorioso,
yo siempre tu brillo preferí;
pues mi alma jalea
la orgullosa tarea
que cumples de la noche a la mañana,
y admiro más, desde luego,
tu lejanísimo fuego
que esa otra luz, más fría, más cercana.

viernes, 16 de mayo de 2008

Elogio al infierno de una dama (Bukowski)

Algunos perros que duermen a la noche
deben soñar con huesos
y yo recuerdo tus huesos
en la carne
o mejor
en ese vestido verde oscuro
y esos zapatos de taco alto
negros y brillantes,
siempre puteabas cuando
estabas borracha,
tu pelo se resbalaba de tu oreja
querías explotar
de lo que te atrapaba:
recuerdos podridos de un
pasado
podrido, y
al final
escapaste
muriendo,
dejándome con el
presente
podrido.
hace 28 años
que estás muerta
y sin embargo te recuerdo
mejor que a cualquiera
de las otras
fuiste la única
que comprendió
la futilidad del
arreglo con la vida.
las demás sólo estaban
incómodas con
segmentos triviales,
criticaban
absurdamente el viejo indecente
lo pequeñito:
Jane, te
asesinaron por saber
demasiado.
vaya un trago
por tus huesos
con los que
este viejo perro
sueña
todavía.

Amedrentando la innecesidad


El ser agobiado y masacrado, por pensamientos que lo sustituyen por un cúmulo sombrío de pasado. Un dinosaurio lo haría mejor, una vela en mi mesa de luz, lo haría mejor. Es simple, jamás el día es azul, y no es un ejemplo tonto, porque la azulada soy yo, la que corre siempre para llegar al mismo lugar, soy yo. El correr significa pasar el tiempo en un ejercicio eterno de no saber. El problema aquí, no es saber, sino yo, que no entiendo que nada se sabe, que todo se produce y en efecto nada tiene demasiado sentido, hablando del sentido que casi siempre intentamos darle. Girar la rosca un poco más, hoy por la mañana, de noche, en el mejor crepúsculo, rosca. Este es el sentido, debido a que estar más de un minuto sin pensar, es terrible. Se piensa en la muerte como una salida, pero, en realidad, infiernos más, infiernos menos.

lunes, 12 de mayo de 2008

Como existir, por Dibulin

Y las flores desde abajo… ella sube a su habitación. Veo que ya es tarde, la oscuridad repentina y las estrellas desparramadas por doquier. Un aire fresco oscilante y una sensación de complicidad dual. Recuerdo ahora su expresión despreocupada, al subir la escalera. Seguramente esté al igual que yo, pensando en lo absurdo que pueden llegar a ser las situaciones humanas por excelencia. Una mirada cómplice, una mirada sin razón, nada mas allá de allí, solo la duda, el aire fresco oscilante. Existiendo el, en su andar. No nosotros, solo contemplarlo. Nuestros actos son tan arbitrarios como las palabras que no decimos. O escupimos al mar. Si conociera las palabras que ella quiere escuchar, no tendría que preocuparme por errar. Pero qué de esos ojos brillantes, de esa sonrisa incondicional. Ya no sería lo mismo. Perdería el encanto, en parte. Si tuviera la forma…

Una mano en mi espalda, suave, tierna, temblorosa y audaz. Rodea mi pelo, sujeta mi cabeza. Es ella. Me besa el cuello, y puedo sentir su respiración. Su cuerpo no puede esperar, algo en ella cambio, fue su cabeza. Ahora sabe existir.

Gabriel G.

domingo, 11 de mayo de 2008

Luces apagadas
sensación y salida inmediata,
frío
dame un cigarrillo
alguien sabe por qué sigo aquí
deberé correr
todo se torna
monótono.

Fragmento de Rayuela

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo…lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia… se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato.

sábado, 10 de mayo de 2008

ñam


No será,
ni el primero ni el último,
pero cada uno será el primero.
El primero y el último son lo mismo,
a juzgar por el goce.
Pero ni el primero ni el último
serán realmente ULTIMOS.
Todos serán primeros.
Todos tendrán un lugar,
tal cual como el primero.
Entonces el último será
abstracto e incomprendido,
recóndito e inexistente.
Para lo cual,
el término ULTIMO
se tornaría
una absurda
interpretación
de la deshora.

Proyección inútil


Pensar distraído,

Solemne canto hacia tus silencios

En cuanto salga de allí,

Sé que vas a sonreír,

Voy a trepar y tenderé un hilo infinito

El sol saldrá sobre nosotros,

No sobre ellos,

Nos bañará,

Derretirá el hielo,

Nos hará reales.

viernes, 9 de mayo de 2008

On fire


Si tan solo los silencios fueran eternos, si este lugar que hoy tengo se repitiera sería fácil de amoldar mi mente a cierto tipo de pensamientos, pero cuando los sueños me contradicen, cuando no se puede cambiar el modo, cuando uno queda inmovilizado, y el monstruo asecha. No alcanzan ni las manos, ni los pataleos para salir de allí, es solo cuestión de que el tiempo nos arregle y pase rápido, y que pase, que tan solo pase. Que me permita desentenderme de mi misma de mis pensares y de mis soñares, no necesito un arroyo seco, necesito un bosque, algo repleto, algo que no se me parezca, algo que tenga colores, necesito un contraste, una sonrisa. Soy demasiado ciega en momentos, en instantes deplorables, pero todo cambia, yo, el arroyo, el bosque, el cielo, mis palabras, los silencios. Para predeterminar un bosque, haría falta mucho más que silencio, o abnegación y sufrimiento, para crear bosques, es necesario que mis sueños me dejen dormir, es necesario que mis pensamientos no me apesadumbren, es preciso volver, volver el tiempo atrás, o adelantarlo, o simplemente pido no caerme boca abajo de la cama, no encontrarme con el demonio en la esquina. O encontrarlo, sacudirlo, y echarme a dormir

martes, 6 de mayo de 2008

En medio de un vómito

Imaginariamente lo presentí, desde aquel momento yo supe que me iba a morir, morir en palabras, desde que este texto comenzó, comenzó también mi muerte, la muerte interior, la exteriorización de mis muertes interiores. Ser o no ser. Otra vez la contradicción, esa maldita torturadora de mis noches, ese amor-odio que no he podido aún superar. Ese colapso nervioso al que me refiero cuando rompo vidrios, y esas cosas. Si supieras cuan fácil es desbaratarme en pedazos, si entendieras la mitad de la mitad de este todo-nada. Se trata de abrir los ojos ante mis palabras mudas, se trata de una simple interpretación de mi locura, de mi desesperación, se trata de girar ante uno mismo y darse cuenta que la soledad donde no hay libertad no existe. Mi locura se refiere a la falta de medicación, a la falta de síntomas, a la falta de todo, en realidad. Cada posibilidad es tan absurda como la otra, cada trazo de esta historia es tan aberrante como el último, cada sensación, cada vidrio en pedazos, esa soy yo, nada más que nadie sabe verme. Todo está en la raíz, en la raíz de mi interior, en ese abrupto salto hacia tu mundo, en tu mundo tropieza mi ilusión, entonces cae y se pudre en tu paraíso de ignorancia, en tu frialdad, la puta madre, no puedo seguir escribiendo esto.

domingo, 4 de mayo de 2008

El elemento más desdichado y transfigurado. El pensamiento más turbio y viciado, el momento en que cantó por última vez ese ruiseñor, el desamor, el desaire. Pretendiendo infamias, maldita noche, entonces maldito jazz, oscuro y mofado recuerdo, intemperie de territorios, vaciamientos repentinos, el mismo fuego que se apagó y dejó aquí sus rastros.

—Ella me prometió que bailaría conmigo si le llevaba rosas rojas —murmuró el Estudiante—; pero en todo el jardín no queda ni una sola rosa roja.
El Ruiseñor le estaba escuchando desde su nido en la encina, y lo miraba a través de las hojas; al oír esto último, se sintió asombrado.
—¡Ni una sola rosa roja en todo el jardín! —repitió el Estudiante con sus ojos llenos de lágrimas—. ¡Ay, es que la felicidad depende hasta de cosas tan pequeñas! Ya he estudiado todo lo que los sabios han escrito, conozco los secretos de la filosofía y sin embargo, soy desdichado por no tener una rosa roja.
—Por fin tenemos aquí a un enamorado auténtico —se dijo el ruiseñor—. He estado cantándole noche tras noche, aunque no lo conozco; y noche tras noche le he contado su historia a las estrellas; y por fin lo veo ahora. Su cabello es oscuro como la flor del jacinto, y sus labios son tan rojos como la rosa que desea; pero la pasión ha hecho palidecer su rostro hasta dejarlo del color del marfil, y la tristeza ya le puso su marca en la frente.
—El Príncipe da el baile mañana por la noche —seguía quejándose el Estudiante—, y allí estará mi amada. Si le llevo una rosa roja bailará conmigo hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja la estrecharé entre mis brazos, y ella apoyará su cabeza sobre mi hombro, y apoyará su mano en la mía. Pero como no hay ni una sola rosa roja en mi jardín, tendré que sentarme solo, y ella pasará bailando delante mío, sin siquiera mirarme y se me romperá el corazón.
—Este sí que es un auténtico enamorado verdadero —seguía pensando el Ruiseñor—. Yo canto y él sufre; lo que para mí es alegría, para él es dolor. No cabe duda que el amor es una cosa admirable, más preciosa que las esmeraldas y más rara que los ópalos blancos. Ni con perlas ni con ungüentos se lo puede comprar, porque no se vende en los mercados. No se puede adquirir en el comercio ni pesar en las balanzas del oro.
—Los músicos estarán sentados en su estrado —decía el Estudiante—, y harán surgir la música de sus instrumentos, y mi amada bailará al son del arpa y el violín. Ella bailará tan levemente, que sus pies casi no tocarán el suelo, y los cortesanos, con sus trajes fastuosos, formarán corro en torno suyo para admirarla. Pero conmigo no bailará, porque no tengo una rosa roja para darle.
Y se arrojó sobre la hierba, y ocultando su rostro entre las manos, se puso a llorar amargamente.
—¿Por qué está llorando? —preguntó una lagartija verde que pasaba frente a él con la cola al aire.
—¿Sí, por qué? —murmuraba una margarita a su vecina, con voz dulce y tenue.
—Está llorando por una rosa roja —explicó el Ruiseñor.
—¿Por una rosa roja? —exclamaron las otras en coro. ¡Qué ridiculez!
La lagartija, que era un poco cínica, se puso a reír a carcajadas. Sólo el Ruiseñor comprendía el secreto de la pena del Estudiante y, posado silenciosamente en la encina, meditaba sobre el misterio del amor.
Por último, desplegó sus alas oscuras y se elevó en el aire. Cruzó como una sombra a través de la avenida, y como una sombra se deslizó por el jardín.
En medio del prado había un magnífico rosal, y el Ruiseñor voló hasta posársele en una de sus ramas.
—Necesito una rosa roja —le dijo. Dámela y yo te cantaré mi canción más dulce.
Pero el rosal negó sacudiendo su ramaje.
—Mis rosas son blancas —le contestó—, como la espuma del mar y más blancas que la nieve de la montaña. Pero ve donde mi hermana que crece al lado del viejo reloj de sol, y puede ser que ella te proporcione la flor que necesitas.
El Ruiseñor voló hacia el gran rosal que crecía junto al viejo reloj de sol.
—Dame una rosa roja —le dijo—, y te cantaré mi canción más dulce.
Pero el rosal negó sacudiendo su follaje.
—Mis rosas son amarillas —contestó—, tan amarillas como el cabello de la sirena que se sienta en un trono de ámbar, y más amarillas que el Narciso que florece en el prado. Pero anda a ver a mi hermano, que crece al pie de la ventana del Estudiante, y quizás él pueda darte la flor que necesitas.
El Ruiseñor voló entonces hasta el viejo rosal que crecía al pie de la ventana del Estudiante.
—Dame una rosa roja —le dijo—, y yo te cantaré mi canción más dulce.
Pero el rosal negó sacudiendo su follaje.
—Rojas son, en efecto, mis rosas —contestó—; tan rojas como las patas de las palomas, y más rojas que los abanicos de coral que relumbran en las cavernas del océano. Pero el invierno heló mis venas, y la escarcha marchitó mis capullos, y la tormenta rompió mis ramas y durante todo este año no tendré rosas rojas.
—Una rosa roja es todo lo que necesito —exclamó el Ruiseñor—; ¡sólo una rosa roja! ¿No hay manera alguna de que la pueda obtener?
—Hay una manera —contestó el rosal—, pero es tan terrible que no me atrevo a decírtela.
—Dímela —repuso el Ruiseñor—. Yo no me asustaré.
—Si quieres una rosa roja —dijo el rosal—, tienes que construirla con tu música, a la luz de la luna, y teñirla con la sangre de tu corazón. Debes cantar con tu pecho apoyado sobre una de mis espinas. Debes cantar toda la noche, hasta que la espina atraviese tu corazón y la sangre de tu vida fluirá en mis venas y se hará mía...
—La propia muerte es un precio muy alto por una rosa roja —murmuró el Ruiseñor—, y la vida es dulce para todos. Es agradable detenerse en el bosque verde y ver al sol viajando en su carroza de oro y a la luna en su carroza de perlas. Es muy dulce el aroma del espino, y también son dulces las campanillas azules que crecen en el valle y los brezos que florecen en el collado. Sin embargo, el Amor es mejor que la vida, y, por último, ¿qué es el corazón de un ruiseñor comparado con el corazón de un hombre enamorado?
Y, desplegando sus alas oscuras, el ruiseñor se elevó en el aire, cruzó por el jardín como una sombra, y como una sombra se deslizó a través de la avenida.
El Estudiante seguía echado en la hierba, como lo había dejado; y las lágrimas no se secaban en sus anchos ojos.
—¡Alégrate! —le gritó el Ruiseñor—. ¡Siéntete dichoso, porque tendrás tu rosa roja! Yo la construiré con mi música, a la luz de la luna, y la teñiré con la sangre de mi corazón. Lo único que pido en cambio, es que seas un verdadero amante, porque el Amor es más sabio que la Filosofía, por muy sabia que ésta sea, y es más poderoso que la Fuerza, por muy fuerte que ella sea. Las alas del Amor son llamas de mil tonalidades, y su cuerpo es del color del fuego. Sus labios son dulces como la miel, y su aliento es como la mirra silvestre.
El Estudiante levantó la vista de la hierba y escuchó, pero no comprendió lo que decía el Ruiseñor, porque él sólo podía entender lo que estaba escrito en los libros.
En cambio, la encina comprendió y se puso a balancear muy tristemente, porque sentía un hondo cariño por el pequeño Ruiseñor que había construido el nido en sus ramajes.
—Cántame, por favor, una última canción —le susurró la encina—, porque voy a sentirme muy sola cuando te hayas ido.
Y el Ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que cae de una jarra de plata.
Cuando terminó la canción del Ruiseñor, se levantó el Estudiante y sacó del bolsillo un cuadernito y un lápiz.
—He de admitir que ese pájaro tiene estilo —se dijo a sí mismo caminando por la alameda—, eso no puede negarse; pero ¿acaso siente lo que canta? Temo que no, debe ser como tantos artistas, puro estilo y nada de sinceridad. Jamás se sacrificaría por alguien, piensa solamente en música y ya se sabe que el arte es egoísta. Sin embargo, debo reconocer que su voz da notas muy bellas. ¡Lástima que no signifiquen nada, o que no signifiquen nada importante para nadie!
Luego entró en su alcoba, y, echándose sobre su cama, comenzó de nuevo a pensar en su amor. Después de unos momentos se quedó dormido.
Cuando la luna alumbró en los cielos, el Ruiseñor voló hacia el rosal, y apoyó su pecho sobre la mayor de las espinas. Toda la noche estuvo cantando con el pecho contra la espina, y la luna fría y cristalina se inclinó para escuchar. Toda la noche estuvo cantando así apoyado, y la espina se hundía más y más en su carne y la sangre de su vida se derramaba en el rosal.
Cantó primero al nacimiento del Amor en el corazón de los adolescentes. Entonces, en la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras pétalo como canción tras canción. Al principio era pálida, como la niebla que flota sobre el río; pálida como los pies de la mañana y plateada como las alas de la aurora. La rosa que floreció en la rama más alta del rosal era como el reflejo de una rosa en un cáliz de plata, era como el reflejo de una rosa en espejo de agua.
El rosal le gritó al Ruiseñor para que apretara más su pecho contra la espina.
—¡Aprétate más, pequeño Ruiseñor —gritó el rosal—, o el día llegará antes de haber terminado de fabricar la rosa!
Y el Ruiseñor se apretó más contra la espina, y más y más creció su canto porque ahora cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un joven y de una virgen.
Y un delicado rubor comenzó a cubrir las hojas de la rosa, como el rubor que cubre las mejillas del novio cuando besa los labios de su prometida.
Pero la espina no llegaba todavía al corazón del corazón, y el corazón de la rosa permanecía blanco, porque sólo la sangre de un ruiseñor puede enrojecer el corazón de una rosa.
Y el rosal le gritó al Ruiseñor para que se apretara más aún contra la espina.
—¡Aprétate más, pequeño Ruiseñor —gritó el rosal—, o llegará el día antes de haber terminado de fabricar la rosa!
Y el Ruiseñor se apretó más aún contra la espina, y la espina al fin le alcanzó el corazón. Un terrible dolor lo traspasó. Más y más amargo era el dolor, y más y más impetuosa se hacía su canción, porque ahora cantaba el Amor sublimado por la muerte, el Amor que no puede aprisionar la tumba.
Y la rosa del rosal se puso camersí como la rosa del cielo del Oriente. Su corona de pétalos era púrpura como es purpúreo el corazón de un rubí.
La voz del Ruiseñor ya desmayaba, sus alitas comenzaron a agitarse, y una nube le cayó sobre sus ojos. Su canto desmayaba más y más, y sentía que algo le obstruía la garganta.
Entonces tuvo una última explosión de música. Al oírla la luna blanca se olvidó del alba y se demoró en el horizonte. Al oírla la rosa roja tembló de éxtasis y abrió sus pétalos al frescor de la mañana. El eco llevó la canción a la caverna de las montañas, y despertó a los pastores dormidos. Luego navegó entre los juncos del río que llevaron el mensaje hasta el mar.
—¡Mira, mira —gritó el rosal—, la rosa ya está terminada!
Pero el Ruiseñor no contestó, porque estaba muerto con la espina clavada en su corazón.
Ya era eso del mediodía cuando despertó el Estudiante; abrió la ventana y miró hacia afuera.
—¡Caramba, qué maravillosa visión! —exclamó—. ¡Una rosa roja! En mi vida he visto una rosa semejante. Es tan hermosa que estoy seguro que tiene un nombre muy largo en latín.
Se inclinó por el balcón y la cortó.
En seguida se caló el sombrero, y con la rosa en la mano, corrió a la casa del profesor.
La hija del profesor estaba sentada cerca de la puerta, devanando una madeja de seda azul, con su perrito a los pies.
—Dijiste que bailarías conmigo si te traía una rosa roja —exclamó el Estudiante—. Aquí tienes la rosa más roja de todo el mundo. Esta noche la prenderás sobre tu corazón y como bailaremos juntos podré decirte cuánto te amo.
Pero la jovencita frunció el ceño.
—Me temo que no va a hacer juego con mi vestido nuevo —repuso—, Y, además el sobrino del Chambelán me envió unas joyas de verdad, y todo el mundo sabe que las joyas son más caras que las flores.
—Eres una ingrata incorregible —dijo agriamente el Estudiante, y tiró con ira la rosa al arroyo donde un carro la aplastó al pasar.
—¿Ingrata? —dijo la muchacha—. Yo te digo que eres un grosero. ¿Qué eres tú, después de todo? Sólo un estudiante, y ni siquiera creo que lleves hebillas de plata en los zapatos, como lo hace el sobrino del Chambelán.
Y muy altanera se metió en su casa.
—¡Qué cosa más estúpida es el Amor! —se dijo el Estudiante mientras caminaba—. No es ni la mitad de útil que la Lógica, porque no demuestra nada y le habla a uno siempre de cosas que no suceden nunca, y hace creer verdades que no son ciertas. En realidad no es nada práctico, y como en estos tiempos ser práctico es serlo todo, volveré a la Filosofía y al estudio de la Metafísica.
Y al llegar a su casa, abrió un libro lleno de polvo, y se puso a leer.



El ruiseñor y la rosa, Oscar Wilde.