jueves, 18 de diciembre de 2008

Compulsion

Hay un algo persistente e insoportablemente triste en el ambiente. No sé si es hoy o es esa realidad árida de vivir en un conjunto. Siento transpirar todo mi cuerpo contra el tuyo pero ya no somos. Creo que es eso. Ya no somos.

Entonces me levanto de la cama dejando mi silueta arrugada justo a su lado.

No podemos abrir tres hojas de una ventana que sólo posee dos. Se piensa que es más fácil quedarse quieto y callado frente al otro, en vez de llorar bulliciosa y destartaladamente.

Así fue como entré en este cuarto y me senté pensando en que la inteligencia conlleva a una contradictoria suma de sufrimientos póstumos. Es mejor así, pensé.

Nunca sirve, o casi nunca, comunicarse. Son muy pocos los casos (uno) en que uno se siente realmente entendido por el otro, entendido, en tanto uno puede hablar con los ojos, las orejas, las piernas, la transpiración, pero sobretodo, con los ojos.

Si cerrás los ojos y encima si los cerrás antes de tiempo puedo ahogarme en la realidad de una tarde sudorosa y blanca. Blanca y resplandeciente, ni siquiera silencio. Otra vez pienso que mejor así. Sin ojos, ni orejas, ni respiraciones.

Pensamos, la mayoría de veces que podemos llamar a “las cosas” por un nombre determinado.

Decís amor, decís ojos y brillo, decís, digo, escupo, lloro y vomito.

Siempre hay lugar para la confusión, sobretodo en la cama.

Pero me levanté y salí diciendo nada, diciendo todo en ese silencio que nada te dijo porque nada es el silencio para vos. Nada somos juntos ya que no puedo hablarte con mis manos, no puedo tocarte con mis ojos, nada soy y me levanto.

No creo que sea tan difícil y sin embargo estamos alejados por mi que no lo quiero. Por mí que quiero distancia pero quiero ojos y quiero que todo pudiera dejar de existir por la noche mientras duerma.

Eso sería más complicado que tan solo moverme unos pasos de lugar para respirar de mi aire, y no del tuyo.

Ahora soy contaminación para mí. Soy la contaminación de mi propio cuerpo y de mi propia mente. Soy perjudicial para todo mi ser.

Este es el veneno, algunos lo llaman amor.

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