jueves, 31 de enero de 2008

Vestigios arcaicos.


Chaplin, Charles



Si. Es cierto. A veces nos guiamos por pequeñeces, y somos pequeños. Pedimos algo a los demás, en busca de profundidad, en busca de luz. No surgimos demasiado bien, nos detenemos en los demás, todo el tiempo. Tratamos, pero es inútil. Los claustros de uno mismo son irremediables. Y esconderse no es tan prodigioso como desearíamos.
Hay necesidades que van más allá de las posibilidades de cada uno, las de asumir lo que nos lleva al asunto en si. Digo, el momento en que nos hacemos respectivamente cargo de haber divulgado cosas inconvenientes, inconvenientes para ajenos. Terceros. Cuartos, cuartos de hotel vacíos por el frío que no apetece a las entrañas de turistas casi clandestinos. Prefiriendo así, el frío del alma. El refugio en las cosas más terminantes, en la cama. En Tanto y en cuanto esto nos deje existir, no habrá problema. Pero si no entendemos que la manera de existir no es cualquiera, no va a haber permisión. No va a volver a ver la realidad quien se deje atormentar de falsos pergaminos. De gente que nunca vio en esta realidad una sola y puta satisfacción.

miércoles, 30 de enero de 2008

Do it, do it!

Ay! Creo que estamos en el sitio más equívoco del sueño. Dañando todo en las aproximaciones. Los cuerpos distantes, y las mentes derretidas. Por momentos el vacío. Por momentos tu voz. El sendero que lleva a tu desesperación es putrefacto e intangible. Veo a través de esos síntomas, un gran huracan de pensamientos destruyendo el destino. Y si todo calma, no será mi suerte. No será mi maldito camino el que seguiré. Voy a prescindir de las locuras inspiradas por tus conjeturas. Esta vez. Se acabó.

Él, como siempre, negando toda posibilidad

“Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre... La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. La vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces cazadores y otros cazados, se disputan las piltrafas de una horrible presa. Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas. "

- Arthur Schopenhauer (Fragmento de Parerga y Paralipómena)

" Dos almas ¡ay de mí!, imperan en mi pecho y cada una de la otra anhela desprenderse. Una, con apasionado amor que nunca se fatiga, como con garras de acero a lo terreno se aferra; la otra a trascender las nieblas terrestres aspira, buscando reinos afines y de más alta estirpe.
(...)
Devuélveme el impulso sin mesura, la dicha dolorosa en lo profundo, la fuerza de odio y el poder de amor, ¡Devuélveme otra vez mi juventud. "


- Goethe (Fragmento de Fausto)

Palabras en presencia de agonía.


(But in the end it's only

round and round.)


Tendemos a ahogarnos. Y Dispersarnos sólo por momentos. A veces. Dentro de destinos indeseados por nosotros pero provocados sin saber. Saber que todo esta pre-destinado a fundirse, nos fundiremos, seguro. Otro momento se apoderará de este sistema de palabras que funcionan según el movimiento de las circunstancias espaciales y especiales de mis terribles pensamientos. Que se adormecen. Y cometen errores. Se bifurcan, se extienden, y a veces no entienden si esto tiene preferencias en mis tiempos más confusos y temblorosos. Temblorosos de realidades que me atormentan. Y huir de esa semi-auto-destrucción no es de lo más simple. Últimamente se congela tu imagen dentro de ese círculo que es casi perfecto. Y que hace existir de la misma manera mis ojos paralelamente construyendo un muro dentro de si. Para no morir. Para no perecer ante dicha paranoia. Para no ser demasiado vagabundo de esas calles que no creo estemos preparados para transitar. Al menos hoy.

Con palabras me dijiste lo que no pude percibir. Y fue el fin. Fue el comienzo de el abarrota-miento. La victoria que asechó durante mi ardua espera. La que hoy se toma parte y comete el delito prescrito. Que deplora con seriedad la falta de sinceridad en tus actos: El hundimiento que en mi nace una y otra vez.

martes, 29 de enero de 2008

Capítulo 7



(absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua).

A sigh

Actuamos, como nos es acostumbrado. Nada más. No necesitamos calcular ni medir, podemos dirigirnos de la manera más cómica que se nos ocurra. No tenemos demasiados contra-tiempos, por lo cual nos es preferible tener una comunicación llevadera y constante. El cariño, es lo de menos, pero si me preguntas, es casi seguro, que te diga que si, que existe en este caso también. Y siempre motivas mi ignorancia y repudio hacia las cosas que son normalmente consideradas como "buenas".
En cierta forma me haces feliz, cuando quiero hacer algo, recurro constantemente a la misma historia. Pretendo decir que asumo toda mi responsabilidad sobre estas "juntas". Y es para mí un reflejo de lo que necesito. Sólo el reflejo.

Continuidad de los parques




Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.


(Continuidad de los parques - Final del juego - Julio Cortázar)

lunes, 28 de enero de 2008

Oh let me hold you!



- Al principio.
- Cuántos años habrán tenido?

(Risas)

-Al rededor de 20 cada uno.

Esquivando las Des-Horas







Dentro,
de un corazón,
que realmente,
no se anima a ver más allá,
no quiere pisar ese fondo,
del que tanto se esconde,
esas idas y vueltas,
esas trampas,
de las que nos es imposible zafar.

Esos juegos inservibles,
esos cuentos que son sólo momentos,
esos pasos aislados de la realidad,
esas manos,
que por momentos,
y sólo por momentos,
recorren el surco de mis ojitos,
que intentan no reír,
para no destrozar,
con creces,
el dibujo que de tus manos sale,
casi con perfección.

Siento que debemos frenar,
en algún tramo de este circuito,
que está siendo perforado,
está siendo corrompido y estafado.
De manera burda e irresponsable.
No corresponde.
Perder el tiempo,
seguir la linea,
es absurdo.

domingo, 27 de enero de 2008

Would you believe me when I tell you
You're the queen of my heart
Plese don't deceive me
when I hurt you

Just ain't the way it seems.
Can you feel my love buzz?



Nirvana - Love buzz

Necesidades artificiales y otros segmentos de la idiotéz

Joan Miró.




Soy tu reina. Y tengo todo bajo control. Pienso, siento y existo de la misma manera. Siempre soy igual. Intento creer en todo lo que suele salir de mis manos. Toda suerte de bichitos que se car-comen entre sí. Y se desploman, llenos de absurdos movimientos que no intentan regresar. Regresar a su sitio. A sus pensamientos y estructuras. Hace tiempo se perdió la posible conexión con las almas que retienen información falsa acerca de sí mismos. Ni vos, ni yo sabemos por qué todo esto. No asegures con palabras inútiles salientes de tu boca que todo esto es como es. Todo es como constantemente lo percibimos. Todo se demuestra de una manera-real. Y si sentimos sólo lo tangible, estaremos en busca del insuficiente e interminable sentimiento vulgo de amor.
Esto no tiene nada que ver, y creo que otra vez perdí el hilo. Pero si en realidad todas estas cosas no existieran en un mundo tan irreversible como el mío, nadie notaría con tanta seguridad que lo que sale de tus actos sea eso. Nadie asegura, nadie competente asegura que esto sea una forma de revolver felicidad y envolverla en nuestros cuerpos las veces necesarias para cerciorarnos que todo se siente bien aún ahora. Con esta afirmación quiero decir que podemos mostrarnos completamente obnubilados y tener todo en la mano. Todo al alcance del apoya-brazos del sillón que me espera en algún momento, con luz tenue y cigarrillos negros para saciar la necesidad de tóxicos legales de mi cuerpo.
Necesidades legales, uno cree que no todo puede ser determinado de la manera que uno pretenda. Pero yo voy más allá, quiero decir que si se me permite entrar en un lugar que es insólita-mente privado, yo seguiré, hasta que se me diga que por favor me corra, que no hay lugar para tantos en ese pasillo, que es un poco enfermizo, y que me retire nuevamente por que luego llegará la princesa y todo tendrá sentido otra vez.

The great masturbator (Salvador Dalí)








El ocote,
Subyacente,
Sobresaliente,
Nuestro ocote,
Al cuadrado,
En cualquier lugar,
Se encuentran,
Con sus pasitos de baile,
Con sus pequeños psico-heroes,
Sin duda,
Mirarlos,
Es apetecible,
Desde cualquier balcón.
Ciegos, sordos, y dañados,
A nivel cerebral,
Sumergidos,
Sin parar,
De girar,
Pertenezco,
A un grupo de locos.

You hurt me to my soul





Si crees,
que llegamos,
lo suficientemente,
lejos,
debo decir,
que es sólo el principio,
el principio del fin.

The Wall (Pink Floyd)





Mother do you think they'll drop the bomb?
Mother do you think they'll like this song?
Mother do you think they'll try
to break my balls?
Mother should I build the wall?
Mother should I run for president?
Mother should I trust the government?
Mother will they put me in the firing line?
Mother am I really dying?
Hush now baby, baby, dont you cry.
Mother's gonna make all your
nightmares come true.
Mother's gonna put all her fears into you.
Mother's gonna keep you right
here under her wing.
She wont let you fly, but
she might let you sing.
Mama will keep baby
cozy and warm.
Ooooh baby ooooh baby oooooh baby,
Of course mama'll help
to build the wall.
Mother do you think she's good enough ?
-- to me?
Mother do you think she's dangerous?
-- to me?
Mother will she tear your little boy apart?
Mother will she break my heart?
Hush now baby, baby dont you cry.
Mama's gonna check out all
your girlfriends for you.
Mama wont let anyone dirty
get through.
Mama's gonna wait up until you get in.
Mama will always find out where
you've been.
Mama's gonna keep baby
healthy and clean.
Ooooh baby oooh baby oooh baby,
You'll always be baby to me.
Mother, DID IT NEED TO BE HIGH?

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Madre, ¿crees que tirarán la bomba?
Madre, ¿crees que les gustará esta canción?
Madre, ¿CREES QUE VAN A TRATAR DE ROMPERME LAS PELOTAS?
Madre, ¿debería construir un muro?
Madre, ¿debería presentarme a presidente?
Madre, ¿debería confiar en el gobierno?
Madre, ¿me pondrás en la línea de fuego?
Madre, ¿me estoy muriendo realmente?
Calla niño, no llores
Mamá va hacer que todas tus
pesadillas se conviertan en realidad.
Mamá te va inculcar todos sus miedos
Mamá va a tenerte aquí
Bajo su ala
No te dejará volar pero puede
que te deje cantar.
Mamá mantendrá a su niño
calentito y protegido
Oooh mi niño, Oooh mi niño, Oooh mi niño.
Naturalmente, mamá ayudará
a construir el muro.
Madre, ¿tu crees que ella será buena?
---para mi
Madre, ¿tu crees que ella será peligrosa?
--para mi
Madre, ¿te quitara ella a tu hijito del alma?
Madre, ¿me romperá ella el corazón?
Calla niño, mi niño, no llores.
Mamá examinará a todas
tus novias por ti.
Mamá no dejará que ninguna sucia
se te acerque.
Mamá esperará hasta que vengas.
Mamá siempre descubrirá
donde has estado.
Mamá te mantendrá siempre
limpio y saludable.
Ooooh mi niño, Ooooh mi niño,
Ooooh mi niño.
Siempre serás un niño para mí.
Madre, ¿TENÍA QUE SER TAN ALTO?

Pisando cuadrados*





Es tan resplandeciente verte sonreír, a la vez que mis ojos se desvanecen puedo distinguir el sentido de las miradas que van y vienen en el aire. Y las formas que quedan a mano y nos permiten involucrarnos en este precipicio. Del que no necesitamos escapar. Por que a veces, es sólo un poco diferente.
El mundo del que hablamos ha caducado. Y si no intentamos abrir los ojos quizás nos salga algo caro. La ceguera. El tiempo pisándonos los talones como serpientes, enroscándose, quemando, sacudiendo, y por último asfixiando-lo todo. Y no es sano permanecer siempre dentro de suelos inseguros. No es preciso perderse más en mundos con colores, ni en brillos muy poco pérfidos.
Si aposentamos nuestras catástrofes, y culpamos, estaremos locos. Hay que decidir. Y el momento es siempre este, y siempre desaparece, como por arte de un mago. Como solemos perdernos incapacitados de mover las superficies. Estamos, hasta asustados diría. El cambio es casi siempre tan ajeno que nos conduce a un sitio insoportable. Luego de las cosas nuevas y el arrepentimiento. Luego del mundo que atravesamos aún de la mano. Como tantas otras veces.
Las estaciones van a cambiar, y el clima es cosa de tonto. Pero el invierno enfría el alma, y la solidifica. Espero no ser muy sutil. Pero creo que, de hecho, es la mejor estación del año. Donde uno que prefiere un té caliente, se siente a gusto, puede usar abrigos demasiado llamativos y sentirse bien. Puede abrazar sin sentir esa pesadumbre que es realmente triste y agobiante. No importa. Todo acaba. (todo)

viernes, 25 de enero de 2008

Como todos los años desperdiciados (Charles Bukowski)


Ayer la ebria Alicia
me dió
un frasco de mermelada de breva
y hoy ella
silva
por su gato
pero
el no vendrá
venir-
él está con los caballos
en una
cuba de cerveza
o
en habitación 21
del Hotel
Crown Hill
o está en el
Cracker
Citizens National
Bank
o
arribó a
Nueva York a
5:30 p. m.
con una maleta de papel
y
7 dólares.

cerca a Alicia
en su patio
un ganso de papel
camina
volteado de arriba a bajo
en una caja de cartón que dice :

California
Naranjas.

la ebria Alicia silba.
no bien no bien.
trabaja despaciosamente.
cada quien se esfuerza duro
pero los
dioses.

Alicia entra por una
bebida, viene
afuera,
silba de nuevo
todo el camino hacia una
banca del parque en
El Paso-
y su amor viene
corriendo de los
árboles
ojos abrillantados como un
film de color
y no aguardando
hasta
el Lunes

entramos
juntos.



Porcelain / Red Hot Chili Pepers




Porcelain
Are you wasting away in your skin?
Are you missing the love of your kin?
Drifting and floating and fading away

Porcelain
Do you smell like a girl when you smile?
Can you bear not to share with your child
Drifting and floating and fading away

Little lune
All day
Little lune

Porcelain
Do you carry the moon in your womb?
Someone said that you're fading too soon
Drifting and floating and fading away

Porcelain
Are you wasting away in your skin?
Are you missing the love of your kin?
Nodding and melting and fading away

Little lune
All day
Little lune...


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Porcelana
¿Estás arruinando tu piel?
¿Estás extrañando el amor de tu familia?
Yendo a la deriva, flotando y desvaneciendo

Porcelana
¿Hueles como una chica cuando sonríes?
¿Puedes soportar el no compartir con tus niños
Yendo a la deriva, flotando y desvaneciendo

Pequeña lunática
Todo el día
Pequeña lunática

Porcelana
¿Llevas la luna en tu vientre?
Alguien dijo que te estás desvaneciendo muy pronto
Yendo a la deriva, flotando y desvaneciendo

Porcelana
¿Estás arruinando tu piel?
¿Estás extrañando el amor de tu familia?
Accediendo y derritiendo y desvaneciendo

Pequeña lunática
Todo el día
Pequeña lunática...


(no me hago cargo en lo absoluto de la traducción) (http://rolastraducidas.metropoliglobal.com/int/redhotchilipeppers.htm)

Discipación abstracta. (El pintor de la obra, Salvador Dalí)


Permitís,

Que corra,

Incesantemente,

De entre medio,

De tus brazos.

Que se corren para verme subir,

Que siguen su rumbo hacia el infinito,

El infinito de mi cuerpo,

Que se cruza con esos brazos,

Deseosos del encuentro,

Del momento que se aproxima,

Y nos delata,

Nos atrapa,

Nos ata,

Nos deja libres,

Cada vez más sobre ti,

Cada vez es más fuerte,

Tu respiración,

Mi respiración,

Los cuerpos,

Hasta ahora enlazados,

Siguiendo,

La línea recta,

De ese lugar,

De ese momento,

De sus manos,

Dentro ya de esas curvas,

Chocándose,

Para llegar al fin,

Al asunto pendiente,

A la última instancia.




Broken worlds





Lo que no debemos hacer más es pensar, lo que podríamos dejar de lado, lo hacemos, muy bien, a partir de eso nos damos cuenta de lo cuadrado del asunto. Y de acuerdo con que siempre hay implicaciones… no lo sé, pienso en que con esto el asunto se complica todo el tiempo, cada vez más. Y la pena que nos produce el tacto con esa sensibilidad casi insoportable, por momentos intangible y repudiable de la misma forma. De las cosas repudiables, la gente se encarga más a menudo. Pero no. El problema no está en esas cosas. Definitivamente. Y debo decir que muy por el contrario, las cosas que me generan ciertos desvaríos son las cosas a las cuales acudo por momentos sólo para sentirme un poco más en el aire. Al vuelo me entero que todo por lo cual yo estaba mal se había derrumbado y no tenía nada que hacer. Todo iba a suceder de todas maneras, en algún momento, es decir, todas las bombas son utilizadas finalmente. Destrucción, frente a mí. Este final inevitable, dulce, a su modo, petrificante. Perverso. Pero sólo digo eso por que es real, por que así fue y no hubo modo alguno de no sumergirse dentro de otro segmento de nuestra intelectualidad. Y el modo de aferrarnos es realmente ridículo. Y esa ridiculez te propone un mínimo de tristeza, al menos por hoy, te proporciona un poco más de sabiduría. Y el elegir siempre fue un derecho que sólo algunos pueden concebir.

Pequeños pseudo-estructurados




Casi siempre de la mano. Casi siempre viniendo, apareciendo y desapareciendo.
Todo el tiempo podría ser destruido de la misma manera, pero puede que haya un quiebre. Un total des-entendimiento. Mutuamente descansados, no sabemos bien por dónde va a salir el sol. No sabemos muy bien si el sol vendría a ser como algo más que sólo el sol. A mi me parece que el sol es paralelo a vos. Y que de vez en cuando me gusta sentirme acurrucada dentro de ese sol. Que me apaña y me pide siempre algo más de lo que daría. Es como cuando me encandilo innecesariamente, como cuando no puedo más y sigo sin mirarte.
Nos llenamos de sonidos casi insoportables. Y perdemos la noción de lo que realmente buscamos. Perdemos en ese laberinto de colores. Titilando sólo por vocación. No teniendo en cuenta lo que todo esto provoca. Sólo a veces me escurro entre tus ojos e intento hacerme invisible para poder escapar de toda sensación. Sensaciones que se impregnan y me paralizan. Por momentos se nubla todo ese sentimiento de dejar caer. Por momentos caigo en que estoy abajo. Otra vez.
Como caprichos que se reiteran una y más veces para hacerme saber que lo que tengo no es más que una sensibilidad. Una estructura de como deben ser las cosas.
Déjame sentir así otra vez. Déjame a la vez ser libre. Libre de todo pensamiento absurdo. Libre de las peripecias esperables. Y sólo así podría darme cuenta de lo poco que necesito todas esas bases de amor.
De otra manera todo se complica. Y se mezclan los sabores. Se terminan todos los caminos. Se cierran definitivamente las puertas hacia donde me dirijo. Por momentos sé que es ahí, sé que estas ahí. Y que lo estarás. Sólo hasta que te pierda de vista. Hasta que te pueda decir con palabras la verdad de esta insana unión. Que se abre paso para determinar pequeños mundos que difieren. (and i can feel)
No estamos tan lejos. Pero intentamos en ciertos momentos escalar un monte. Un monte que es imaginario. Inverosímil. Como vos. Y como yo.

jueves, 24 de enero de 2008

To break the time



No pensar,

No mirar,

A través de esos ojos,

Que solo mienten,

Y profieren cosas inútiles,

Buscan salidas,

Entrando cada vez más.

Dejándome imposibilitada de todo movimiento,

De toda aproximación a la puerta de emergencia.

La puerta de atrás.

Y si.

Escapar.

Una vez más.

De vos.

Que posiblemente sigas allí.

Y la luz del día te haya cortejado.

De la manera en que lo aprendiste.

Con luces y trampas.

Elefantes, y más excusas para hacerme bien.

Papeles que no significan nada.

Vergüenza transitoria.

Pequeños pedazos de sueño en bostezos entre cortados por sobresaltos.

Inmensidades dejándose mirar por unos cuantos que las noten. Tiempo perdiéndose en el ruido de los autos, en la carretera.

Tiempo desvaneciendo mi mundo, tiempo corriendo siempre hacia mí, con su indicador.

Él siempre va a estar en la pared para avisarme que estoy perdiendo.

Que estoy siendo perforada.

Péndulos semi-giratorios





Profanás.


Devoras, y al mismo tiempo te tengo inmerso en medio de tristezas que realmente se alimentan de momentos.

Momentos inventados. Quiebres simultáneos. Tempestades pasajeras.

Como sea. No llego a percibir tus manías. Que piden algo de mi atención y que imploran cosas imposibles. Y el tiempo, que posiblemente siga allí. Y pensamientos blancos, dentro de pensamientos de colores, grises paisajes que nos rodean/ all time.


Terminaremos haciendo cosas, como hace tiempo, diciendo y contradiciendo como niños, sólo por poner cada cosa en su lugar. Sin tener en cuenta que tendemos a accionar y reaccionar como primitivos. Y la ciudad nos apaña, dentro de sus vertiginosos juegos. Interminables juegos.

miércoles, 23 de enero de 2008

The first



La absorción constante.

Nuestros brazos encajados.

Las sonrisas disparando fuego.

Pensando si en algún momento frenaríamos.

De ser por nosotros seguiríamos deambulando por los pasillos del cerebro.

Carcomiendo hasta lo más sólido de nuestra existencia.

Que seguro se parece.

Y pudrimos nuestras mentes de pensar en la ironía del caso.

El caso es que simultáneamente se apagan y se prenden las luces.

Y los estados me precipitan.

Las maneras me asfixian.

Dentro de tu camisa. He metido mis brazos dentro de tu camisa.

El lugar aún no poseía luz. Aún nada significaba lo que ahora.



Y perseguidos por sensaciones, tendemos a oír estrépitos. Tendemos a dejarnos caer.