miércoles, 23 de enero de 2008

The first



La absorción constante.

Nuestros brazos encajados.

Las sonrisas disparando fuego.

Pensando si en algún momento frenaríamos.

De ser por nosotros seguiríamos deambulando por los pasillos del cerebro.

Carcomiendo hasta lo más sólido de nuestra existencia.

Que seguro se parece.

Y pudrimos nuestras mentes de pensar en la ironía del caso.

El caso es que simultáneamente se apagan y se prenden las luces.

Y los estados me precipitan.

Las maneras me asfixian.

Dentro de tu camisa. He metido mis brazos dentro de tu camisa.

El lugar aún no poseía luz. Aún nada significaba lo que ahora.



Y perseguidos por sensaciones, tendemos a oír estrépitos. Tendemos a dejarnos caer.

No hay comentarios: