domingo, 3 de enero de 2010

Nueve

Nueve y seis, nueve y siete, ¿se pasa el tiempo observando las agujas del reloj? nueve y ocho, nueve y nueve. Realmente, ¿se pasa el tiempo observando las agujas del reloj? Sí, muy lentamente, nueve y diez, nueve y once, ¿y si uno no mirara las agujas del reloj? nueve y doce, nueve y trece, ¿cambiaría la velocidad del tiempo? nueve y catorce, dificilmente, nueve y quince, entonces, ¿de qué tiempo hablamos, del nuestro, o el del reloj? nueve y dieciseis, nueve y diecisiete, nueve y dieciocho, nueve y diecinueve, nueve y veinte, es complicado guiarse con un calendario hecho en oriente a lo largo del tiempo mientras que a corto plazo nos guiamos con un reloj de origen occidental, nueve y veintiuno, nueve y veintidos, nueve y veintitres, nueve y veinticuatro, creo que alguien más aparte del tiempo nos está apurando.
Nueve y veinticinco.