viernes, 16 de mayo de 2008

Amedrentando la innecesidad


El ser agobiado y masacrado, por pensamientos que lo sustituyen por un cúmulo sombrío de pasado. Un dinosaurio lo haría mejor, una vela en mi mesa de luz, lo haría mejor. Es simple, jamás el día es azul, y no es un ejemplo tonto, porque la azulada soy yo, la que corre siempre para llegar al mismo lugar, soy yo. El correr significa pasar el tiempo en un ejercicio eterno de no saber. El problema aquí, no es saber, sino yo, que no entiendo que nada se sabe, que todo se produce y en efecto nada tiene demasiado sentido, hablando del sentido que casi siempre intentamos darle. Girar la rosca un poco más, hoy por la mañana, de noche, en el mejor crepúsculo, rosca. Este es el sentido, debido a que estar más de un minuto sin pensar, es terrible. Se piensa en la muerte como una salida, pero, en realidad, infiernos más, infiernos menos.

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